Qué bien. Maternaly cumple ocho meses el día anterior a que mi bebé cumpla nueve. Bueno, bebé. Mi hombrecito, que cada día está más alto, más mayor, más personita.
Antes de cumplir los seis meses, en julio, compartí con Maternaly unas jornadas de masaje infantil que, si bien en su momento Gorka (¡mi niño!) no supo aprovechar in situ, sí han servido a sus aitas para descubrirle su cuerpo y achucharle un poco más -aún-.
Recuerdo aquellas tardes con Gaizka, Pablo, Marcos y sus aitas compartiendo dudas, consejos y pañales sucios. Porque Maternaly no solo nos proporcionó el aprendizaje de cómo ofrecer un masaje a los bebés para que estos se clamen y disfruten con sus padres, nos dio también la oportunidad de comprobar que todos los primerizos tenemos dudas parecidas e ilusión a raudales. Que todos queremos lo mejor para nuestros pitufos y que buscamos cómo conseguirlo. Y que gracias al equipo de Maternaly, estamos más cerca de encontrarlo.
Un millón de gracias a Arantza y sus compañeras y otro millón de besos (a repartir) entre todos aquellos padres que hemos disfrutado con ellas.
¡Ah! Y zorionak. Vais a quedaros sin números para contar los meses que vais a cumplir y los amigos que haréis por el camino. Besos,
Irantzu. Y Gorka e Iker.